¿Cuál es la diferencia entre las zapatillas para correr y para ir al gimnasio?

Visita cualquier tienda o web de deportes y verás la enorme variedad de zapatillas que hay. A menos que conozcas las diferencias entre un tipo de calzado deportivo u otro, saber elegir las zapatillas correctas puede parecer confuso y difícil.

Fíjate bien en la vertiginosa variedad de zapatillas y verás que muchas están diseñadas para deportes específicos, como el tenis o el trail running. No obstante, con otros tipos de calzado deportivo, como las zapatillas para correr y las de fitness, la diferencia no siempre está tan clara. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre las zapatillas para correr y las zapatillas para entrenar y cómo puedes elegir el calzado adecuado para ti?

Diferencias entre las zapatillas para correr y las zapatillas de fitness

Las zapatillas para correr y las de gimnasio suelen tener una forma similar y compartir los mismos materiales en su diseño, como el exterior de malla y la suela de espuma ligera. La cosa puede complicarse todavía más en las tiendas de deporte no especializadas, donde las zapatillas para correr y las de fitness pueden incluso estar mezcladas unas con otras.

Las marcas especializadas, como ASICS, fabricamos nuestras zapatillas de running con los sistemas y tecnologías más avanzados para darte apoyo cuando corres. Para nosotros, existe una gran diferencia entre unas zapatillas para correr y unas para entrenar y es necesario entender esta distinción.

¿Para qué se utilizan las zapatillas para entrenar?

Las zapatillas para entrenar se pueden considerar como unas zapatillas de fitness y para el gimnasio aptas para todo tipo de usos. Son perfectas para las clases de entrenamiento, las sesiones de HIIT o los entrenamientos pliométricos, en las máquinas elípticas, y para algunos tipos de levantamiento de pesas. Casi podríamos decir que valen para todo.

Por otro lado, las zapatillas de running, como su nombre indica, están diseñadas exclusivamente para correr, ya sea sobre asfalto, en pistas o en la cinta de correr. Toda la estructura de la zapatilla se centra en mejorar y apoyar tus movimientos mientras corres. Las zapatillas para correr también sirven igual de bien para entrenar en el gimnasio de vez en cuando, pero lo que las hace destacar es el agarre, la estabilidad y la comodidad que te proporcionan al correr.

Diferencias en el diseño de las zapatillas para correr y las zapatillas de fitness

• Amortiguación

Zapatillas para correr: tienen mucha amortiguación, que bien puede concentrarse en la zona del talón, o bien estar distribuida uniformemente por toda la zapatilla.

Zapatillas de fitness: tienen mucha menos amortiguación en comparación con las otras, y esta suele estar distribuida por toda la suela.

• Forma

Zapatillas para correr: suelen tener un talón más elevado, lo que significa que la zapatilla está construida sobre una horma curvada para elevar los dedos del suelo.

Zapatillas de fitness: la altura del talón es menor y la suela es más plana, con lo que gran parte de ella está en contacto con el suelo.

• Peso

Zapatillas para correr: estas zapatillas son de las más ligeras que existen y algunas incluso incorporan una espuma extraligera en la suela.

Zapatillas de fitness: normalmente pesan un poco más que las zapatillas para correr, ya que necesitan ser más duraderas para soportar los distintos movimientos laterales.

• Adherencia

Zapatillas de correr: el agarre o adherencia de las zapatillas está diseñado para facilitar el movimiento unidireccional.

Zapatillas de fitness: el agarre está preparado para soportar el movimiento multidireccional.

• Sujeción

Zapatillas para correr: excepto en el caso de las zapatillas de estabilidad, la mayor parte del apoyo se encuentra bajo el talón, con una parte superior más flexible.

Zapatillas de entrenamiento: la suela y la parte exterior de la zapatilla ofrecen apoyo para los movimientos multidireccionales.

¿Puedo usar unas zapatillas de running para entrenar y viceversa?

Al igual que no usarías unas zapatillas de golf para jugar al baloncesto, lo mejor es usar unas zapatillas de running para correr y unas zapatillas de fitness para el crossfit y tus entrenamientos en el gimnasio. Llevar el calzado equivocado puede aumentar el riesgo de lesiones o molestias.

Por ejemplo, si te pones unas zapatillas de running para una clase de aerobic, donde vas a hacer muchos movimientos laterales, puede ser que su talón alto y más blando no te sujete bien los tobillos y te acabes lesionando. O si lo tuyo son las pesas, la suela irregular de una zapatilla de correr no te aportará la estabilidad que necesitas.

Del mismo modo, correr una maratón con unas zapatillas para entrenar puede hacerte mucho daño en los pies. Tus talones no reciben el apoyo suficiente para el golpeo repetitivo sobre el asfalto y eso puede ocasionar lesiones desagradables, como la fascitis plantar . También notarás que las suelas de las zapatillas de fitness se desgastan mucho antes si las utilizas para correr largas distancias sobre el asfalto.

Dicho esto, no todo el mundo tiene el presupuesto necesario para comprar unas zapatillas distintas para cada actividad, por lo que lo más importante es tener en cuenta el uso principal que les vas a dar. Si tu actividad principal es correr por la carretera, junto con alguna sesión ocasional en el gimnasio, unas zapatillas para correr son la opción más inteligente. Si vas a ir al gimnasio tres días a la semana y solo sales a correr una vez por semana, unas zapatillas para entrenar son la mejor opción.

Por supuesto, si planeas hacer un entrenamiento intensivo tanto en el gimnasio como saliendo a correr, es una buena idea comprar dos pares de zapatillas para que no se desgasten tan rápido.